Las ciudades intermedias han adquirido una importancia sustancial en los últimos años. Esto se produce debido a características como su capacidad de intercambio comercial, material y energético que se da debido a su funcionamiento en red, su capacidad de autonomía dado a que, en general, son ciudades alejadas de la centralidad estatal en términos de funcionamiento económico, político e institucional y su capacidad de liderazgo como polos político económicos en ciernes, además del hecho de que aún no se enfrentan a los problemas propios de las grandes ciudades en términos demográficos, ambientales, económicos y políticos haciendo de estas ciudades . Estas características tienen particular importancia en el contexto actual de la globalización sobre todo en las ciudades latinoamericanas. Dada su posición en la periferia global, en América Latina se generan condiciones particulares que diferencian los procesos globalizadores que se instalan en la región con los que se dan en los Nortes globales. La ciudad de Cuenca, Ecuador fue designada como ciudad intermedia por el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos – ONU Habitat en el año 2016 por su sistema de gobierno equilibrado tendiente a la participación ciudadana, por ser un sólido polo económico en el sur de Ecuador, por su alto nivel de producción académica y, por sus atractivos turísticos, constituirse como un nexo con el extranjero. Esto hace de Cuenca un interesante objeto de estudio principalmente en el contexto de la globalización imperante en la actualidad.