En los procesos electorales, los ciudadanos enfrentan grandes dificultades para acceder, entender y comparar de forma clara y objetiva las propuestas de los distintos candidatos. La información suele presentarse de manera dispersa, técnica o poco accesible, lo que limita la capacidad de los votantes para emitir un voto razonado y crítico. Además, los debates políticos y entrevistas son espacios donde se generan compromisos y declaraciones que rara vez quedan documentadas o son analizadas críticamente, facilitando la manipulación del discurso o el incumplimiento de promesas de campaña. En este contexto, no existe una herramienta confiable y transparente que permita al ciudadano comparar los planes de trabajo, contrastar posturas temáticas y evaluar la coherencia entre lo dicho en campaña y lo propuesto formalmente.